"¿A cuántos de ustedes no se les ha pasado por la cabeza
emigrar a donde sea? Seguro que a muchos. Normal, si aquí vemos que no hay
mucho que hacer, no crece nada. Los brotes verdes de Don Mariano, supongo que
los debe tener dibujados en sus gafas, vamos. O verá los brotes verdes de algún
alucinógeno natural que crezca en su terraza, porque acá, lo único que crece es
la factura de la luz y el agua, IBI, etc.
Me da mucha bronca que nuestros jóvenes y no tan jóvenes tengan
que hacer la maleta, alejarse de su terruño, de los suyos, de su cultura y
dejar atrás muchas cosas. Muchos piensan que será por unos años, juntar dinero,
y volver. No es tan así.
Mi padre que en paz descanse, también emigró hace mas de 60
años a Argentina con la idea de volver.
Como su situación laboral era
muchísimo mejor que la de sus hermanos y
primos en España, siguió quedándose, se pasó casi un año trabajando a doble turno (horas extras) para
juntar el pasaje del barco a mi madre, para que se reuniera allí con él. Con los años, nacieron los hijos, siguieron
trabajando duro, pero ya en otra posición económica, ya establecidos. Reconozco
que era otra economía, no existía la “globalización” y todavía había muchas
cosas que inventar. Una vez que estas establecido y aún notas una gran
diferencia a favor del país donde estas residiendo, ya no vuelves. Añorarás tus costumbres, que se harán menos
dolorosas si es un país con cierta similitud tanto en lenguaje como
tradiciones. Pero a las migas que hace tu madre o tu abuela, ¿quién mejor que
ellas? Probarás otras comidas, otra música, y seguirás ahí, adaptándote pero pensando
en volver. Lo cierto es que después de varios años, terminas con esa sensación
de no ser ni de allá ni de acá.
Piénsenlo muchas veces. Hagan una lista si realmente compensa
lo que pierden o se quedan luchando
hasta remontar otra vez. Porque se remonta. Si, se remonta, por supuesto!
Cuando me fui de Argentina con el corralito todavía encima
mío, el helicóptero todavía revoloteando sobre la Casa Rosada (casa de gobierno
argentino) en donde huía el presidente, y los caballos de la gendarmería
disparando a la gente concentrada en Plaza de Mayo reclamando sus ahorros y
acusando de ladrones al gobierno, yo miro para atrás y mi imagen es de CAOS,
pero caos y todo gris. Esa es mi imagen de Buenos Aires, desempleo, gente
haciendo mercadillos con ollas populares para repartir a familias que si antes
apenas tenían recursos en ese momento robaban por hambre. Gente que yo conocía,
de muy buen pasar económico, pero muy bueno!, esconderse tras los árboles
esperando que yo pasara, para luego revolver en los contenedores de basura,
terrible. Amigos de mi marido que quedaron sin trabajo, sin los ahorros. Bueno,
ya en el 2005 su situación era otra muy distinta. No eran ricos, pero habían
empezado a encauzarse de alguna manera. Buscándose la vida a través de contactos,
amigos, conocidos, reciclándose, juntándose con otro para hacer algo juntos, todo sirve.
Estos contactos, ayudaron a que unos y otros hoy estén bien.
Que si, ahora argentina vuelve a pasar por una racha mala, por la mala gestión
de los políticos, y con una inflación no reconocida que no se traslada a los
salarios y jubilaciones, pero sí a los servicios y bienes, con lo cual, el
dinero se te va de las manos como agua.
A lo que voy, la
paradoja de todo esto, es que ahora nosotros estamos terriblemente mal, con una
incertidumbre que nos carcome vivos, y no dormimos, porque no sabemos qué va a
pasar cuando en un par de meses tenga que renovar el alquiler, si no tengo otro ingreso que mi ayuda, y se
me acabaron los muebles, o lo grueso de ellos, que mi hijo mayor, no pudo
matricularse en 2º año de sus estudios de Modulo porque no podía pagarse sus
materiales! Y si bien en Argentina están quejándose de que la carne esta
carísima, que los pimientos no se pueden comprar, se van de vacaciones a
Brasil, o recorriendo el país (algo que
siempre fue carísimo) no faltan en casi todos los fines de semana su barbacoa argentina con todos sus ingredientes
con su vinito Sauvignon, jolines que cambio!!
Recuerdo que mi esposo había vuelto en el 2004 porque él si
sintió mucho el cambio y la ausencia de su familia y sus amigos y le decían,
“ahí viene el europeo, que pague él que ahora tiene guita” se notaba esa..mmm.. no se
si decir envidia, pero algo les jodía, y mi marido que fue un mes más que nada
para volver a verlos, vino con un dolor en el alma, porque se dio cuenta que ya
ni era de allá ni era de acá.
Es por eso que digo, que las situaciones económicas son
ciclos, que nos crujen vivos en las crisis, ya lo sé, pero si muchos de
ustedes, son españoles nacidos aquí, tienen familia con la cual apoyarte, que
son un sostén de un valor incalculable, ¡no saben cuánto echo en falta la
compañía de mi hermana, o mi cuñada, si estuviera viva mi suegra o mis padres!
Ninguno iba a permitir llegar a la situación que hoy estamos atravesando,
porque aquí estamos solitos.
A los que tienen familia, tienen una esperanza enorme. Y por
eso digo, eso afuera no lo van a tener y que aunque vayan a un país latino (ya
ni te digo si es Alemania, UK, Finlandia, etc.) que en cierta manera somos más
cercanos, no es igual. Pero al menos
aquí, se sobrelleva mejor todos unidos, juntos, poniendo el hombro, y no habrá
necesidad de emigrar. No sea que te pille los brotes verdes en el otro lado del
charco, y cuando quieras regresar, ya eres un foráneo más.
¿Qué quieres que te diga…Yo todavía creo en España, no en
los de arriba, sino en todos nosotros,
el pueblo, somos los que hacemos España.
Si estas buscando donde emigrar, por favor, Piénsatelo!"
(Artículo escrito para la revista de la Asociación Cultural El Horr)
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